Mis padres se han ganado la vida con un estudio de diseño gráfico desde que era un niño. No se puede decir que les fueran mal las cosas aunque bien es cierto que, eso que cuentan de «la montaña rusa de emprendedor» hace mella en los momentos de crisis.
El caso es que yo asistía en directo a lo buenos y a los malos momentos, cuando se ganaban y perdían clientes (que eran los que pagaban los sueldos de la plantilla) y a las tensiones de tener que hacer frente a grandes deudas, impuestos, etc… Todo esto me ha influido y cuando tuve la oportunidad dejé de trabajar con mis padres para trabajar por cuenta ajena en el año 2000 en una empresa de desarrollo web.
Es verdad que puede que no quisiera esa vida de altibajos, vivir en esa montaña rusa, pero eso sólo era una parte de mi. En otros aspectos de mi día a día, recapacito, y compruebo que realmente sí que tengo ese gen emprendedor despierto y que nunca me ha abandonado. Sigue leyendo y lo entenderás.
Me doy cuenta de que al salir del trabajo me dejaba la piel con mi grupo de música (máximo exponente del emprendimiento) de entonces: «Los Reconoces», al que dediqué más de 15 años de mi vida ensayando varias veces a la semana, estudiando batería, grabando discos, tocando por ahí, viajando los fines de semana, y en general, sufriendo esos altibajos emocionales de los que quería huir con un trabajo por cuenta ajena. Aún así aguantaba porque hacer posible ese proyecto, ver que nuestras canciones se hacían inmortales en un cd (y por suerte ahora en internet) y que formábamos parte de una gran minoría; eso me hacía, y me sigue haciendo muy feliz.
No satisfecho de tener un trabajo y un grupo de música te cuento otra de mis aventuras emprendedoras.
Me metí en un alocado proyecto con mi profesor de batería (él único que tuve realmente) para fabricar baquetas (lo que la gente llama palillos) con el valor añadido de ser una fabricación nacional y con la posibilidad de que el cliente las personalizara con el nombre y firma del grupo. Lo llamamos Lignumcustom y la verdad es que abandonamos por falta de tiempo, pero estoy convencido de que hoy día, hubiera sido un éxito total. Trabajamos con las grandes y no tan grandes bandas del rock nacional y conseguimos innovar con una idea que no existía en aquellos momentos (ahora sí que hay más oferta).
Como no sabía qué hacer en mi tiempo libre, tras licenciarme como padre decidí iniciar otra idea.
Tras disolverse la banda Los Reconoces, no descansé hasta montar otro proyecto, esta vez con un «naming» decente, llamado Fucking Mondays (pedí por favor que me dejaran liderar la parte del márketing), con una banda super potente y un cantante francés que es un espectáculo de hombre; que conectaba prodigiosamente con el público además de ser un líder. Sólo sacamos un disco que quedó metido en un cajón por razones varias, pero vaya, un disco genial que cada vez que escucho me pone los pelos de punta y me emociona (está disponible en Spotify por si queréis comprobarlo).
Como veis no os mentía. Tengo predisposición a poner en marcha proyectos. Es el gen emprendedor que sigue ahí aunque yo me gane la vida por cuenta ajena.
Mis proyectos parece que no han tenido mucha relevancia, pero para mi, han sido grandes éxitos.
Si quieres puedo ayudarte y aconsejarte, pero no te olvides, que aquí quién tiene que trabajar muy duro eres tú, y que lo importante es tú idea.
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